Oportunidades y claves de la venta directa en tiempos de crisis
La crisis económica que vivimos se ha traducido en un cambio radical en las condiciones laborales y las oportunidades a nivel empresarial. El sector asalariado ha ido menguando a una velocidad de vértigo en los últimos años, y parece que la única luz al final del túnel que se plantea tiene que ver con la palabra emprender. De todos modos, la figura del emprendedor, pese a que en su filosofía engloba toda una serie de condiciones y particularidades, dentro de la misma cohabita, en esencia, con la del trabajador autónomo. Se trata de ese freelance que lleva a cabo su actividad laboral por cuenta propia, y en ocasiones con un perfil multitarea.
Dentro de este escenario, uno de los sectores que plantea opciones para el perfil de trabajador por cuenta propia es el de la venta directa. La flexibilidad de horarios y la remuneración parcial por objetivos son las características principales de este sector profesional, al que hay que sumarle que no es imprescindible (en ocasiones ni siquiera necesario) ofrecer infraestructura, ni siquiera un local.
Claves para encontrar un lugar en el mercado de la venta directa:
-Encontrar la estrategia comunicativa que haga imprescindible nuestra intervención como intermediarios en el mercado potencial sin pasar por otros agentes.
-Ofrecer el servicio, producto y canal de venta en el lugar y momento adecuado.
-Ofrecer la fórmula para que el servicio responda adecuadamente a las necesidades del cliente o la empresa, y que éstos sepan acceder a nosotros de manera directa, sea a través de publicidad y otras estrategias de posicionamiento online y offline.
El freelance puede plantear esta actividad a tiempo parcial con otra profesión o formación académica, o bien dedicarse a tiempo completo. Además, la fórmula de trabajo resulta relativamente sencilla, en tanto que el freelance se encarga de distribuir productos y servicios que la empresa en cuestión deriva en estos profesionales, sea a través de la relación puerta a puerta con el cliente, o bien integrado en la estructura de ventas de la compañía. Como trabajadores por cuenta propia, nunca debemos perder de vista el objetivo de la empresa que recurre al outsourcing: reducir costes fijos, mejorar eficiencia del canal de venta, reducir capital de trabajo y aprovechar las experiencias de los aliados y colaboradores.