“El libro, antes de abrir, es la promesa de algo mágico, de un enigma que nos ofrece la puerta a lo desconocido.”
Paul Theroux (Massachusetts 1941), en el prólogo de su obra “Sobre la lectura”, introduce esta fascinante descripción de lo que significa un libro para él.
Así arranca la periodista Núria Escur su artículo en la sección cultural de La Vanguardia, publicado el pasado lunes 14 de noviembre, donde afirma que ya existen varios sectores que reclaman urgentemente tomar medidas para fomentar la lectura infantil y juvenil.
Una iniciativa que está llevándose a cabo desde el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya es la actual campaña “Fas sis anys, tria un llibre” – Cumples seis años, elige un libro –, que según afirma el Conseller de Cultura Santi Villa, ha revelado un dato harto significativo: más del 30% de las familias que hasta ahora han acompañado a un menor a comprar un libro, no habían puesto jamás los pies en una librería.
En este magnífico artículo se incluyen diez consejos para fomentar la lectura en los niños y los jóvenes. Han sido formulados por Paula Jarrín, de la librería Al-lots, y reelaborados por Josep Massot.
Personalmente, los resumiría así:
– ¿Por qué fomentar la lectura en los niños y en los jóvenes?
Leer alimenta la imaginación y el espíritu de los niños al tiempo que refuerza su musculatura intelectual; dos cosas básicas para enfrentarse a cualquier ámbito de la vida.
-¿Cómo hacerlo?
A los niños se les debe leer en voz alta, pues de este modo favorecemos el vínculo emocional. Y hay que hacerlo con ilusión, creando con la lectura un momento compartido de pausa y serenidad, haciendo que ese ratito acabe convirtiéndose en el más especial del día.
-¿Cuándo hacerlo?
Antes de que se vayan a dormir. Conviene hacerlo con regularidad pero sin imponérselo. Eso sí, llegado el momento, habrá que apagar móviles, televisores, tabletas etc, puesto que la luz de esos aparatos desvela, y, con el tiempo, su uso provoca falta de concentración en los niños. La lectura les relaja.
-¿Para qué?
Uno de los objetivos principales que han de perseguirse consiste en animarles a reflexionar a través de la lectura, hablando con ellos sobre los personajes, sus reacciones o sus emociones.
Conclusiones importantes.
– Dar el ejemplo; que vean a sus padres leer, que les oigan comentar una novela.
– Que vean libros por casa y que los perciban como algo cotidiano, pero al mismo tiempo imprescindible y valioso.
– Ir con ellos a librerías o bibliotecas públicas.
Se acerca la Navidad; época mágica de reencuentros y regalos. Tras leer este artículo, el primer regalo que mis dos hijos tendrán este año, será, sin lugar a dudas, un libro, cuya lectura me comprometo a compartir con ellos.